Preguntas frecuentes sobre la contaminación del aire

Todas las preguntas que puedes tener sobre esta peligrosa forma de contaminación, respondidas por científicos, en un solo lugar.

1. ¿Por qué es tan importante reducir la contaminación atmosférica?

La contaminación atmosférica nos envuelve. La mayoría de las personas del mundo viven en áreas con altos niveles de contaminación atmosférica. Daña la salud y el bienestar humano, reduce la calidad de vida y puede tener un impacto negativo en la economía y los ecosistemas. Además, afecta de manera desproporcionada a las personas y comunidades más vulnerables.

La contaminación atmosférica es el mayor riesgo ambiental para la salud pública a nivel mundial. Las personas están expuestas a la contaminación atmosférica en todas partes, en el centro de trabajo, durante los viajes y en sus hogares. La exposición a la contaminación atmosférica por partículas finas en el hogar y en el entorno (al aire libre) causa unos 7 millones de muertes prematuras cada año, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), y es responsable de un número considerable de discapacidades en personas que viven con enfermedades causadas por la contaminación atmosférica.

Aunque resulta complejo y requiere una respuesta gubernamental coordinada, la contaminación atmosférica es un problema que tiene solución. La contaminación atmosférica es también un problema transfronterizo, lo que significa que la contaminación no se detiene en las fronteras administrativas o nacionales; este aspecto hace que sea necesario que los países y las comunidades cooperen para abordar el problema.

En muchos países en desarrollo, la dependencia de la madera y otros combustibles sólidos, como el carbón para cocinar y calentarse y el uso del queroseno para la iluminación, aumenta la contaminación atmosférica en los hogares y daña la salud de las personas expuestas. Se estima que más de 2.400 millones de personas dependen de este tipo de combustibles. La mayor parte de los efectos se padecen en partes de Asia y África Subsahariana, donde prevalece especialmente la quema de biomasa para cocinar.

Aunque los efectos en la salud humana son los más apremiantes, la contaminación atmosférica también afecta significativamente a varios tipos diferentes de ecosistemas y reduce el rendimiento de los cultivos y la salud de los bosques. Asimismo, reduce la visibilidad atmosférica y aumenta la corrosión de materiales, edificios, monumentos y bienes de patrimonio cultural, y provoca la acidificación de los sensibles ecosistemas de los lagos.

La contaminación atmosférica también tiene altos costes económicos relacionados con la salud humana, la pérdida de productividad, la reducción del rendimiento de los cultivos y la reducción de la competitividad de las ciudades conectadas globalmente. Por ejemplo, un estudio del 2021 del Banco Mundial reveló que el coste económico solo de los efectos en la salud de la contaminación atmosférica ascendió a US$ 8,1 billones , equivalente al 6,1% del Producto Interno Bruto (PIB) mundial en 2019.

La contaminación atmosférica está estrechamente relacionada con el cambio climático, ya que muchos gases de efecto invernadero (GEI) y contaminantes atmosféricos provienen de las mismas fuentes. Muchos contaminantes atmosféricos son malos para la salud humana y potentes contaminantes climáticos, lo que afecta a la vida de las personas hoy y hace que el futuro sea menos seguro para las generaciones venideras. Esto ha llevado a tomar medidas coordinadas para reducir la contaminación atmosférica y los GEI, como las relativas a los contaminantes climáticos de vida corta (CCVC). Las temperaturas más altas también pueden aumentar la volatilización de algunos contaminantes, como los contaminantes orgánicos persistentes (COP), lo que contribuye a una contaminación atmosférica adicional.

Los vínculos entre la contaminación atmosférica y el desarrollo, la economía y el medio ambiente indican que la reducción de la contaminación atmosférica está ligada a la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) y afecta directamente a la consecución del ODS 3: Buena salud y bienestarODS 7: Energía asequible y no contaminante, ODS 11: Ciudades y comunidades sostenibles, y ODS 13: Cambio climático. También influyen indirectamente en la consecución de muchos otros ODS.

La contaminación atmosférica también se ha visto implicada en la actual pandemia de la COVID-19. Los estudios realizados durante la pandemia mostraron vínculos directos entre los niveles de contaminación atmosférica y una mayor vulnerabilidad a la enfermedad. Los estudios también argumentaron que la contaminación atmosférica por partículas podría ayudar a la propagación de la COVID-19. Estos estudios necesitan más investigación, pero son otra razón más para actuar sobre la contaminación atmosférica.

La experiencia pasada y actual nos dice que gran parte de la contaminación atmosférica causada por el hombre se puede prevenir y, como muestran los ejemplos, reducir la contaminación atmosférica proporcionará beneficios adicionales, como vidas más sanas y productivas, un entorno natural más saludable, alivio de la pobreza y mayor prosperidad compartida.

Para obtener más información, consulte los siguientes enlaces:

  1. Datos sobre contaminación del aire exterior y principales contaminantes (OMS)
  2. Contaminantes climáticos de vida corta y su impacto en la salud, el clima y la agricultura (CCAC)
  3. Efectos de la contaminación del aire (OCDE)
  4. Energía y contaminación del aire (IEA)
  5. Vídeo: «Air pollution processes and impacts» (OMM)
  6. Vídeo: «Connections between air quality and climate» (OMM)

2. ¿Qué es la contaminación atmosférica?

La contaminación atmosférica es causada por los gases y partículas emitidos a la atmósfera por una variedad de actividades humanas, como la combustión ineficiente de combustibles, la quema a cielo abierto de residuos, la agricultura y la ganadería. También existen fuentes naturales que contribuyen a la contaminación atmosférica, muchas de las cuales se ven afectadas por las actividades humanas, como los incendios forestales, el polvo del suelo y la sal de la bruma marina.

Los contaminantes atmosféricos pueden ser emitidos directamente desde una fuente (es decir, contaminantes primarios) o pueden formarse a partir de reacciones químicas en la atmósfera (es decir, contaminantes secundarios). Cuando las concentraciones de estas sustancias alcanzan niveles importantes en el aire, dañan a los seres humanos, los animales, las plantas y los ecosistemas, reducen la visibilidad y corroen materiales, edificios y bienes de patrimonio cultural.

Los principales contaminantes que afectan a la salud humana son la materia particulada, el ozono troposférico (O3) y el dióxido de nitrógeno (NO2), el dióxido de azufre (SO2), el amoníaco (NH3), los compuestos orgánicos volátiles (COV) y el monóxido de carbono (CO). El material particulado fino que daña la salud humana se conoce como MP2,5 (partículas con un diámetro inferior a 2,5 micrómetros) y puede penetrar profundamente en los pulmones y pasar al torrente sanguíneo, afectando a diferentes órganos y funciones corporales. Estas partículas pueden emitirse directamente (p. ej., carbono negro, carbono orgánico, partículas minerales, polvo de frenos y desgaste de neumáticos) o formarse en la atmósfera a partir de varios contaminantes emitidos diferentes (p. ej., SO2, NOX, NH3 y COV).

El ozono (O₃) es un importante contaminante secundario. Se trata de un potente irritante pulmonar y atrofia el crecimiento de las plantas y representa un potente gas de efecto invernadero (GEI). El O₃ se forma en la troposfera, cerca de la superficie de la Tierra, cuando ciertos contaminantes precursores reaccionan en presencia de la luz solar. El metano (CH₄), un poderoso GEI, es responsable de una parte significativa de la formación de O₃. Este ozono troposférico es diferente del ozono presente en la atmósfera superior (estratosfera), que nos protege de la luz ultravioleta del sol.

Los óxidos de nitrógeno (NOx) son un grupo de compuestos químicos que contaminan el aire y que comprende el dióxido de nitrógeno (NO2) y el monóxido de nitrógeno (NO). El NO2 es el más dañino de estos compuestos para la salud humana y se genera como consecuencia de las actividades humanas. Afecta a la salud humana, reduce la visibilidad atmosférica y puede desempeñar un papel importante en el cambio climático cuando se encuentra en altas concentraciones. Finalmente, es un precursor crítico para la formación del O₃ y las partículas finas.

Para obtener más información, consulte los siguientes enlaces:

  1. Información general sobre la contaminación atmosférica y su impacto (OMS)
  2. Contaminantes climáticos de vida corta y su impacto en la salud, el clima y la agricultura (CCAC)
  3. Información general sobre el dióxido de nitrógeno (NO2) (EPA de EE. UU.)
  4. Qué es la contaminación por materia particulada (PM) (EPA de EE. UU.)

3. ¿Desde cuándo es un problema la contaminación atmosférica?

La contaminación atmosférica se ha asociado con los humanos durante milenios, comenzando con el uso del fuego para cocinar y calentarse. Los niveles peligrosamente altos de contaminación atmosférica exterior se convirtieron en un problema durante la revolución industrial, donde el uso masivo de carbón dio lugar a muchos episodios de grave contaminación atmosférica urbana.

Recientemente, en junio de 2023, Nueva York se enfrentó a una contaminación atmosférica extrema causada por los incendios forestales de Norteamérica (New York Orange Sky and Burning Eyes). El caso de la niebla de Londres en 1952 es un ejemplo extremo que provocó un pico de mortalidad durante un episodio de una semana. La contaminación de la quema residencial de carbón, el carbón para la generación de electricidad, el uso de combustibles sucios para el transporte y la contaminación industrial interactuaron con fenómenos meteorológicos que retuvieron la contaminación sobre Londres y provocaron más de 4.000 fallecimientos adicionales durante estos pocos días. La protesta pública que siguió a estos hechos llevó a la adopción de la Ley de Aire Limpio del Reino Unido (1956). Otros episodios terribles de contaminación atmosférica, por ejemplo, en Donora, Estados Unidos (1948), y el Valle del Mosa, Bélgica (1930), impulsaron acciones similares para luchar contra la contaminación atmosférica en otros países.

La dependencia continua de los combustibles fósiles durante el siglo XX provocó un aumento de la contaminación atmosférica a medida que los países se industrializaban. En países recientemente industrializados como China e India, esto ha llevado a eventos extremos de contaminación atmosférica, como los experimentados en el pasado en los EE. UU. y en Europa. Sin embargo, las nuevas formas de energía más limpia y renovable, y la adopción de normas y procesos de gestión de la calidad del aire están reduciendo la dependencia de algunos combustibles y prácticas contaminantes.

Para obtener más información, consulte los siguientes enlaces:

  1. Información general sobre la contaminación atmosférica y su impacto (OMS)
  2. Historia de la contaminación atmosférica (EPA de EE. UU.)

4. ¿De dónde procede la contaminación atmosférica?

La contaminación atmosférica procede de una amplia gama de fuentes, tanto naturales como causadas por actividades humanas antropógenas. Las fuentes naturales incluyen erupciones volcánicas, bruma marina, polvo del suelo, incendios de vegetación natural y caída de rayos. Algunas de las fuentes más comunes relacionadas con la actividad humana incluyen la generación de energía, el transporte, la industria, la calefacción y la cocina residenciales, la agricultura, el uso de disolventes, la producción de petróleo y gas, la quema de residuos y la construcción. Algunas fuentes, como los incendios de bosques y sabanas, y el polvo mineral arrastrado por el viento, ocurren naturalmente, pero se agravan por las actividades humanas.

Para gran parte de la población mundial, las actividades humanas representan la mayor parte de la contaminación atmosférica a la que están expuestas.

Los diferentes contaminantes tienen diferentes fuentes. En las ciudades, la contaminación atmosférica proviene tanto del interior como del exterior de los límites de la ciudad, parte de la cual viaja grandes distancias. Las principales fuentes urbanas incluyen vehículos, quema de gas, carbón y carbón vegetal, madera para cocinar y calentarse y fuentes industriales ubicadas en las ciudades. Muchas grandes fuentes industriales, como cementeras, plantas siderúrgicas y plantas generadoras de electricidad, producción y refinado de petróleo y gas, y fuentes marítimas se encuentran a menudo lejos de las ciudades, pero aun así contribuyen en gran medida a la contaminación atmosférica urbana a través del transporte aéreo a gran distancia.

Las fuentes agrícolas, incluida la quema para la limpieza del terreno y los incendios forestales, contribuyen en gran medida a los niveles de contaminación atmosférica urbana y rural. En áreas muy secas, cerca de desiertos y tierras erosionadas, el polvo arrastrado por el viento puede constituir una gran parte del MP2,5. La mayor parte del amoníaco es emitido por la agricultura y el tratamiento de residuos humanos y puede conducir a la formación de partículas.

Una de las fuentes más comunes de contaminación atmosférica en áreas rurales y periurbanas de países de renta baja proviene de los hogares que queman biomasa, otros combustibles sólidos (por ejemplo, el carbón) o queroseno para cocinar, calentarse e iluminar. La contaminación atmosférica doméstica también contribuye a la contaminación atmosférica exterior.

Para obtener más información, consulte los siguientes enlaces:

  1. Contaminación atmosférica en interiores (OMS)
  2. Datos sobre contaminación del aire exterior y principales contaminantes (OMS)
  3. Fuentes de contaminación atmosférica en Europa (EEE)
  4. Estimaciones nacionales de la OMS sobre la exposición a la contaminación del aire y sus repercusiones para la salud

5. ¿La contaminación atmosférica es principalmente un problema local o puede recorrer largas distancias?

La contaminación atmosférica afecta significativamente a los lugares cercanos a su fuente, pero, dado que puede recorrer largas distancias en la atmósfera, la contaminación atmosférica creada en un lugar también puede afectar a lugares lejanos. Por ejemplo, los contaminantes que forman materia particulada fina (MP2,5), contaminantes orgánicos persistentes (COP) y ozono (O3) pueden recorrer cientos o miles de kilómetros, con repercusiones regionales y continentales. Esta contaminación atmosférica transfronteriza genera problemas de reglamentación y aplicación, ya que los diferentes países o regiones tienen escaso control regulatorio sobre la contaminación atmosférica procedente de fuera de sus fronteras (consulte también la pregunta 14).

A pesar de la contribución de los contaminantes atmosféricos a gran distancia en la contaminación atmosférica local, las fuentes cercanas siguen siendo un factor determinante muy significativo de la calidad del aire local. Contaminantes como el dióxido de nitrógeno (NO2) y el dióxido de azufre (SO2) se encuentran en niveles de concentración más altos cerca de sus fuentes (transporte, producción de energía e industrias). Dentro de una ciudad, las áreas más cercanas a las grandes fuentes pueden tener grandes concentraciones de contaminantes, mientras que otras áreas de la misma ciudad pueden estar mucho más limpias.

Las condiciones atmosféricas, como el viento, afectan a la dispersión de los contaminantes y pueden variar mucho. Los fuertes vientos permiten el transporte a grandes distancias, y las condiciones de estancamiento pueden provocar una acumulación de contaminantes. Las grandes ciudades de regiones subtropicales y tropicales que tienen vientos muy suaves y muchas horas de sol experimentan episodios graves de contaminación. Las montañas que rodean las ciudades, las brisas marinas y otras condiciones climáticas locales pueden afectar a la propagación de contaminantes e influir en la formación de contaminantes secundarios.

Para obtener más información, consulte los siguientes enlaces:

  1. Convenio sobre Contaminación Atmosférica Transfronteriza a Gran Distancia (CEPE/ONU)
  2. Convenio de Estocolmo sobre Contaminantes Orgánicos Persistentes (PNUMA)
  3. Aspectos de salud de la contaminación atmosférica transfronteriza a gran distancia (OMS)
  4. Vídeo: Air pollution processes and impacts (OMM)

6. ¿Cómo afecta la contaminación atmosférica a la salud humana?

El contaminante atmosférico más preocupante para la salud humana, y sobre el que existen datos más sólidos, es la materia particulada fina. Tiene un diámetro de 2,5 micrómetros o menos y también es conocido como MP2,5. Estas partículas finas son invisibles al ojo humano y 40 veces más pequeñas que el ancho de un cabello humano. Sin embargo, pueden hacer mucho daño a nuestro cuerpo. Estas partículas son lo suficientemente pequeñas como para penetrar profundamente en nuestros pulmones, donde causan inflamación del tejido pulmonar sensible y pueden pasar al torrente sanguíneo, afectando a órganos como el corazón y el cerebro. La OMS estima en 2016 que la exposición a MP2,5 causaba 7 millones de muertes prematuras al año.

La contaminación atmosférica causa tanto enfermedades agudas como enfermedades crónicas. Existen pruebas sólidas que vinculan la exposición a largo plazo a la contaminación atmosférica con un mayor riesgo de cardiopatía isquémica, accidente cerebrovascular, enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), cáncer de pulmón y del tracto aerodigestivo superior, desenlaces adversos del embarazo (es decir, tasa de natalidad baja, nacimientos prematuros y peso reducido al nacer, por ejemplo, aquellos bebés que nacen pesando menos de cinco libras), diabetes y cataratas. El Centro Internacional de Investigaciones sobre el Cáncer (IARC, por sus siglas en inglés) de la OMS ha determinado que la contaminación atmosférica es cancerígena.

Algunos efectos inmediatos para la salud de la exposición a la contaminación atmosférica incluyen irritación de los ojos, la nariz y la garganta, dificultad para respirar, tos y agravamiento de patologías previas, como ataques de asma, y dolor en el pecho. La edad, las enfermedades previas, otros factores de riesgo de enfermedad y la sensibilidad al contaminante pueden influir en cómo reaccione una persona a un contaminante.

Los gases contaminantes atmosféricos también pueden afectar gravemente a la salud humana. El monóxido de carbono (CO) restringe la transferencia de oxígeno a los tejidos y puede ser mortal en concentraciones muy altas. El dióxido de azufre (SO2) es un potente irritante pulmonar que afecta a la salud de personas con patologías respiratorias previas (asma y EPOC), especialmente aquellas que viven y trabajan cerca de fuente de SO2. Los óxidos de nitrógeno (NOx) están relacionados con una variedad de repercusiones, que van desde la irritación respiratoria hasta el desarrollo de asma y el aumento de la mortalidad. La exposición al ozono (O3) provoca enfermedades respiratorias y se asoció con 365 000 muertes prematuras en 2019, según la carga mundial de morbimortalidad (IHME).

Para obtener más información, consulte los siguientes enlaces:

  1. Informe: «Health effects of air pollution (Health Effects Institute)»
  2. Impacto en la salud de la contaminación atmosférica (OMS)
  3. Introducción a la contaminación del aire ambiente (exterior) (OMS)
  4. Informe: «Air Pollution and Cancer» (OMS)

7. ¿Cómo afecta la contaminación atmosférica a la salud de los niños?

Los niños son particularmente vulnerables a los efectos nocivos de la contaminación atmosférica debido a su susceptibilidad y exposición únicas. Las vías respiratorias de los niños son más permeables, su frecuencia respiratoria es el doble que la de los adultos e introducen más aire por kilogramo (kg) de su peso corporal. Los cuerpos de los niños, especialmente sus pulmones y cerebros, aún se están desarrollando, con vasos sanguíneos más estrechos. Y sus sistemas inmunitarios son más débiles que los de los adultos; por lo tanto, el aire contaminado afecta más a los niños que a los adultos.

Según las estimaciones del informe State of Global Air 2020, la contaminación atmosférica contribuyó a casi 500 000 muertes de bebés en su primer mes de vida en 2019. La mayoría de esas muertes se relacionaron con complicaciones de bajo peso al nacer y parto prematuro. Según la Organización Mundial de la Salud, cerca de la mitad de las muertes por neumonía en niños menores de 5 años son causadas por inhalación de materia particulada de la contaminación atmosférica doméstica. El 20% de las muertes de recién nacidos se atribuyen a la contaminación atmosférica y muchos de los factores de riesgo de las muertes de recién nacidos están influenciados por factores sociodemográficos similares que aumentan el riesgo de las mujeres de estar expuestas a la contaminación atmosférica. Por ello, las mujeres de países con bajos niveles de desarrollo sociodemográfico corren el riesgo de tener desenlaces adversos en el momento del parto, con las consecuencias correspondientes para sus hijos. La contaminación atmosférica afecta el desarrollo, el aprendizaje y el bienestar de los niños a lo largo de su vida.

Para obtener más información, consulte los siguientes enlaces:

  1. Soluciones por un aire limpio centradas en los niños
  2. «A special report on global exposure to air pollution and its impacts, 2020»
  3. Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), Mensajes clave sobre la exposición a la contaminación atmosférica infantil
  4. OMS, «Contaminación atmosférica y salud infantil: prescribir aire limpio», 2018

11. ¿La lluvia ácida es contaminación atmosférica?

Algunos contaminantes atmosféricos provocan lluvia ácida', un problema que recibió especial atención en Europa y América del Norte en las décadas de los 80 y 90 del siglo pasado. El dióxido de azufre (SO2) y los óxidos de nitrógeno (NOx) reaccionan con el agua presente en la atmósfera, produciendo ácido sulfúrico y ácido nítrico que vuelven a la tierra como 'lluvia ácida'.

La lluvia ácida afecta el medio ambiente al dañar las hojas de las plantas, lo que reduce la productividad de las mismas y puede despojar al suelo de los nutrientes que las plantas necesitan para sobrevivir. La acidificación del agua subterránea y de los ríos puede matar peces e insectos y afectar a otras especies que dependen de ellos para alimentarse. También se sabe que la lluvia ácida causa daños a edificios y monumentos.

La lluvia ácida en Europa y América del Norte se ha reducido considerablemente debido control más férreo de las emisiones de SO2 y NOx, gracias a la Ley de aire limpio de EE. UU. de 1970, el Acuerdo de calidad del aire entre Canadá y Estados Unidos en 1991 y medidas similares en Europa. Aunque la lluvia ácida ha disminuido en Europa y América del Norte, sigue siendo una preocupación en Asia.

Los aerosoles y los oxidantes fotoquímicos (p. ej., el ozono) también pueden crear bruma seca y reducir la visibilidad, lo que puede envolver a las ciudades en una densa bruma industrial (smog). La caída de las concentraciones en América del Norte y en Europa ha reducido significativamente esta bruma seca, pero es muy frecuente en otras partes del mundo, especialmente en Asia. El fuerte vínculo entre la visibilidad y la contaminación se puso de manifiesto cuando las personas que vivían en el norte de la India pudieron ver el Himalaya por primera vez en una generación, gracias a que los niveles de contaminación del aire cayeron debido al bloqueo y la reducción de emisiones causada por la crisis de la COVID-19.

Para obtener más información, consulte los siguientes enlaces:

  1. ¿Qué es la lluvia ácida? (USEPA)
  2. Información básica sobre visibilidad (USEPA)
  3. Lluvia ácida y agua (USGS)

9. ¿Existe un nivel seguro de contaminación atmosférica para proteger su salud?

Aunque en poblaciones de grandes ciudades o países la contaminación atmosférica afecta de manera diferente a la salud de cada uno de sus individuos, no existen evidencias de un nivel completamente seguro de contaminación atmosférica, especialmente en el caso de la materia particulada y el NO2. Sin embargo, para ayudar a los países a lograr un aire más limpio y saludable, la OMS ha establecido valores de referencia normativos para cada uno de los principales contaminantes atmosféricos. El cumplimiento de esos valores protegería la salud pública de los efectos adversos. En 2021, la OMS publicó las directrices actualizadas sobre la calidad del aire para contaminantes comunes del aire, así como los niveles objetivo provisionales para MP (MP2,5 y MP10), O3, NO2 y SO2.

Esto no significa que no haya efectos sobre la salud por debajo de esas referencias; sin embargo, los estudios disponibles no incluyen poblaciones suficientemente grandes con niveles de exposición por debajo de esas concentraciones. Los valores de referencia representan objetivos basados en la salud útiles para hacer un seguimiento de la carga de morbimortalidad de la contaminación atmosférica, informar sobre los objetivos y normas a nivel nacional y vigilar la efectividad de los esfuerzos de gestión de la calidad del aire diseñados para mejorar la salud.

Muchos países han establecido normas nacionales de calidad del aire. Las normas nacionales pueden diferir de un país a otro y pueden estar por encima o por debajo del valor de referencia respectivo de la OMS. Es una cuestión política decidir qué grupos de riesgo específicos deben estar protegidos por las normas y qué grado de riesgo se considera aceptable. Sin embargo, la cantidad de países sin regulaciones o con regulaciones insuficientes sigue siendo muy alta y, de hecho, los nuevos valores AQG 2021 son sustancialmente más bajos, por lo que casi todos los países deberán establecer estrategias para nuevas políticas de aire limpio destinadas a cumplir con los objetivos intermedios de la OMS y, en última instancia, con sus valores de referencia.

El Convenio de la CEPE/ONU sobre contaminación atmosférica transfronteriza a gran distancia también proporcionó niveles umbral (críticos) para el ozono (O3), por encima de los cuales, pueden producirse repercusiones en cultivos y otra vegetación.

Para obtener más información, consulte los siguientes enlaces:

  1. Directrices 2021 sobre calidad del aire de la OMS (OMS)
  2. Informe: State of Global Air 2020 Report (IHME)
  3. Protocolo para luchar contra la acidificación, la eutrofización y el ozono troposférico (CEPE/ONU)
  4. Impacto mortal de las partículas atmosféricas
  5. Centro de Coordinación de Efectos (LRTAP)

 

    10. ¿Qué efecto tiene la contaminación atmosférica en los alimentos, los cultivos, los bosques y la biodiversidad?

    El ozono (O3) es, con mucho, el principal contaminante atmosférico que afecta el crecimiento de las plantas. Reduce el rendimiento de los cultivos, la salud de los bosques y la biodiversidad en general. Diferentes especies de plantas tienen diferente sensibilidad al O3; las más sensibles al O3 tendrán una ventaja competitiva reducida en los ecosistemas, mientras que las especies más resistentes se volverán más dominantes. Algunos cultivos son muy sensibles al O3, especialmente las judías verdes y las habas. Los rendimientos de las semillas de soja, por ejemplo, se pueden reducir en un 15% o más. También existe un efecto colateral sobre el clima, ya que la reducción del crecimiento de los árboles forestales causada por la contaminación por O3 reduce la capacidad de los bosques para absorber dióxido de carbono y su potencial para ayudar a regular el cambio climático.

    Otros contaminantes como el azufre y el nitrógeno también pueden dañar los ecosistemas de bosques y lagos, a través de la acidificación de los suelos y las aguas superficiales, afectando el crecimiento de los bosques y matando a los peces y otros organismos. La deposición de nitrógeno también provoca eutrofización (fertilización excesiva) de los ecosistemas bajos en nutrientes, como los brezales, lo que provoca grandes cambios en la biodiversidad.

    Para obtener más información, consulte los siguientes enlaces:

    1. Contaminación atmosférica, ecosistema y biodiversidad (CEPE/ONU)
    2. Informe: «Assessment of the Impacts of Air Pollution on Ecosystem Services – Gap Filling and Research Recommendations» (DEFRA)
    3. Artículo: «Environmental and Health Impacts of Air Pollution: A review» (Manisalidis I., et al. 2020)
    4. «Effects of Air Pollution on Agricultural Crops» (OMAGFRA)

     

      11. ¿La lluvia ácida es contaminación atmosférica?

      Algunos contaminantes atmosféricos provocan lluvia ácida', un problema que recibió especial atención en Europa y América del Norte en las décadas de los 80 y 90 del siglo pasado. El dióxido de azufre (SO2) y los óxidos de nitrógeno (NOx) reaccionan con el agua presente en la atmósfera, produciendo ácido sulfúrico y ácido nítrico que vuelven a la tierra como 'lluvia ácida'.

      La lluvia ácida afecta el medio ambiente al dañar las hojas de las plantas, lo que reduce la productividad de las mismas y puede despojar al suelo de los nutrientes que las plantas necesitan para sobrevivir. La acidificación del agua subterránea y de los ríos puede matar peces e insectos y afectar a otras especies que dependen de ellos para alimentarse. También se sabe que la lluvia ácida causa daños a edificios y monumentos.

      La lluvia ácida en Europa y América del Norte se ha reducido considerablemente debido control más férreo de las emisiones de SO2 y NOx, gracias a la Ley de aire limpio de EE. UU. de 1970, el Acuerdo de calidad del aire entre Canadá y Estados Unidos en 1991 y medidas similares en Europa. Aunque la lluvia ácida ha disminuido en Europa y América del Norte, sigue siendo una preocupación en Asia.

      Los aerosoles y los oxidantes fotoquímicos (p. ej., el ozono) también pueden crear bruma seca y reducir la visibilidad, lo que puede envolver a las ciudades en una densa bruma industrial (smog). La caída de las concentraciones en América del Norte y en Europa ha reducido significativamente esta bruma seca, pero es muy frecuente en otras partes del mundo, especialmente en Asia. El fuerte vínculo entre la visibilidad y la contaminación se puso de manifiesto cuando las personas que vivían en el norte de la India pudieron ver el Himalaya por primera vez en una generación, gracias a que los niveles de contaminación del aire cayeron debido al bloqueo y la reducción de emisiones causada por la crisis de la COVID-19.

      Para obtener más información, consulte los siguientes enlaces:

      1. ¿Qué es la lluvia ácida? (USEPA)
      2. Información básica sobre visibilidad (USEPA)
      3. Lluvia ácida y agua (USGS)

      12. ¿Cómo puedo saber cuál es la gravedad del problema de contaminación en mi comunidad?

       

      Muchas ciudades han implantado redes de vigilancia que miden continuamente los contaminantes atmosféricos como parte de sus sistemas de gestión de la calidad del aire. Muchos informan regularmente de un índice de calidad del aire (ICA) diseñado con fines de información pública que es fácil de interpretar y que, a menudo, está codificado por colores para advertir sobre niveles peligrosos de contaminación atmosférica. La información es accesible a través de sitios web, periódicos y aplicaciones. Los países definen sus propios índices en función de sus propias normas de calidad del aire. Por lo tanto, no son comparables entre países. También hay una amplia variedad de ICA disponibles a nivel mundial, que tampoco son fácilmente comparables.

      La disponibilidad de sistemas de vigilancia de la calidad del aire es desigual a nivel mundial y regional. Esto se debe a que los monitores de alta calidad son costosos, al igual que el coste de formar a las personas para operar y mantener las redes de vigilancia. Incluso en lugares con un buen seguimiento, hay discrepancias. Por ejemplo, en algunas partes de Europa hay redes de vigilancia muy densas, mientras que en otras partes las redes son menos densas. En muchos países en desarrollo de todo el mundo no existe una vigilancia oficial de la contaminación atmosférica.

      Invertir en la vigilancia de la calidad del aire es muy importante porque, cuanto más grandes son las redes, más información podemos obtener sobre una ciudad, una región o un país. Esta información puede ser indispensable para ayudar a las personas a comprender cuáles son los niveles de contaminación atmosférica existentes allí donde viven y tomar medidas para reducir su exposición. También es importante para los gobiernos poder tomar decisiones de planificación a corto y largo plazo para reducir la contaminación atmosférica. Según la primera evaluación global de la legislación sobre calidad del aire del PNUMA, el 37 % de los países no incluyen actualmente mecanismos de supervisión en sus sistemas nacionales de gestión de la calidad del aire.

      En muchos lugares, las empresas privadas están desarrollando monitores de calidad del aire de bajo coste que las personas pueden instalar en sus propios hogares. Esto está generando redes de científicos ciudadanos que informan sobre la calidad del aire y bases de datos de calidad del aire en línea dirigidas por ciudadanos. Aunque estos conjuntos de datos están creciendo, deben usarse con precaución para la toma de decisiones individuales y públicas.

      Varias organizaciones internacionales y de la sociedad civil, así como empresas privadas, también recopilan e informan sobre la calidad del aire, a menudo basándose en una combinación de datos satelitales y de vigilancia. Cuando la información local no esté disponible, estos pueden ser recursos útiles para comprender el problema de la contaminación atmosférica en su ciudad o país. Por ejemplo, la base de datos de calidad del aire de la OMS recopila datos sobre mediciones terrestres de contaminantes del aire de más de 600 asentamientos humanos en más de 100 países. La base de datos se actualiza cada 2 o 3 años y se actualizó por última vez en abril de 2022.

      Para obtener más información, consulte los siguientes enlaces:

      1. Mapa de calidad del aire PNUMA-IQAir
      2. OpenAQ
      3. Base de datos mundial de la contaminación atmosférica urbana de la OMS (OMS)
      4. BreatheLife: una campaña mundial en favor del aire limpio
      5. Sitio web de State of Global Air
      6. Sitio web de Breath London (BreatheLife)
      7. Actualización sobre sensores de bajo coste de la OMM

      13. ¿Qué medidas pueden tomar los gobiernos para mejorar la calidad del aire?

      Los gobiernos son responsables de proporcionar aire limpio a sus ciudadanos. Existen múltiples opciones para que los gobiernos nacionales y locales mejoren la calidad del aire. La contaminación atmosférica es un problema que sabemos cómo resolver.

      La contaminación atmosférica afecta a todos y sus orígenes y soluciones son diversos. Las medidas para reducir la contaminación atmosférica requieren la cooperación entre varios sectores y partes interesadas, diferentes niveles de gobiernos y entre gobiernos y regiones. Sin embargo, las estrategias de aire limpio variarán en su enfoque según el contexto de cada país y ciudad, así como según su capacidad para desarrollar e implementar medidas de control. No existe una prescripción política uniforme en materia de calidad del aire que sea aplicable a todas las ciudades, países y regiones; tal enfoque no sería posible ni deseable para un problema que es tan diverso en las circunstancias locales.

      Los gobiernos deben invertir en la capacidad para medir y vigilar la contaminación atmosférica mediante el establecimiento de redes de vigilancia; y asegurarse de que dichas redes funcionen, se mantengan adecuadamente y se sometan a procedimientos que garanticen la calidad y la fiabilidad de las mediciones de la calidad del aire.

      El primer paso hacia la gestión responsable de la contaminación atmosférica es asegurarse de que las leyes, los reglamentos, las políticas y los mecanismos de cumplimiento necesarios estén establecidos y suficientemente respaldados. Los gobiernos deben asegurarse de que las instituciones correspondientes tengan suficiente capacidad para controlar y evaluar las emisiones de contaminación atmosférica. Esto garantizará que los responsables políticos sepan de dónde proviene su contaminación atmosférica, cuál es la magnitud de las diferentes fuentes de emisiones, los niveles de contaminación atmosférica en diferentes partes de su país, las repercusiones en la salud y qué medidas de gran impacto se pueden tomar para reducir los niveles de contaminación y reducir los daños causados.

      Si la capacidad para llevar a cabo estas actividades es limitada o no se dispone de datos locales, todavía hay recursos disponibles para ayudar a los países a comprender su problema de contaminación atmosférica e identificar las acciones prioritarias que se pueden tomar. Entre ellos se encuentran las fuentes de emisiones, estimadas por programas globales (por ejemplo, Estimaciones de emisiones de EDGAR), o concentraciones y repercusiones en la salud (OMS, IHME, State of Global Air), estimado a partir de satélites y modelos globales con la verificación en tierra de estaciones de vigilancia. Estos conjuntos de datos tienen sus limitaciones e imprecisiones y deben utilizarse en los casos en que no se disponga de datos locales o cuando la capacidad de seguimiento sea limitada.

      Es importante que los gobiernos entiendan los beneficios y costes asociados a las acciones o intervenciones alternativas para mejorar la calidad del aire; y priorizar acciones. La mayoría de las medidas de reducción de la contaminación atmosférica tienen beneficios sociales y de salud que superan con creces los costes de implementación.

      El fortalecimiento de las instituciones y la gobernanza, la promoción del cambio de comportamiento, la inculcación de una cultura en favor del aire limpio, el aumento de la capacidad de todos los sectores para participar y contribuir de manera efectiva a las soluciones, la voluntad política y el aumento de la financiación también son elementos clave de éxito.

      Para obtener más información, consulte los siguientes enlaces:

      1. Informe global «Acciones sobre la calidad del aire» (PNUMA)
      2. Informe: «LMIC Urban Air Pollution Solutions» (USAID)
      3. Informe: La cuestión de las obligaciones de derechos humanos relacionadas con el disfrute de un medio ambiente sin riesgos, limpio, saludable y sostenible (ONU)
      4. Air Pollution Guide London: Overview (London Air)
      5. Exploración de datos: Contaminación atmosférica y salud (State of Global Air)
      6. Regulación de la calidad del aire: Primera evaluación global de legislación sobre la contaminación del aire (PNUMA)
      7. Planes Nacionales de Aplicación del Convenio de Estocolmo

      14. ¿Qué medidas pueden tomar los gobiernos para mejorar la calidad del aire?

      Los gobiernos son responsables de proporcionar aire limpio a sus ciudadanos. Existen múltiples opciones para que los gobiernos nacionales y locales mejoren la calidad del aire. La contaminación atmosférica es un problema que sabemos cómo resolver.

      La contaminación atmosférica afecta a todos y sus orígenes y soluciones son diversos. Las medidas para reducir la contaminación atmosférica requieren la cooperación entre varios sectores y partes interesadas, diferentes niveles de gobiernos y entre gobiernos y regiones. Sin embargo, las estrategias de aire limpio variarán en su enfoque según el contexto de cada país y ciudad, así como según su capacidad para desarrollar e implementar medidas de control. No existe una prescripción política uniforme en materia de calidad del aire que sea aplicable a todas las ciudades, países y regiones; tal enfoque no sería posible ni deseable para un problema que es tan diverso en las circunstancias locales.

      Los gobiernos deben invertir en la capacidad para medir y vigilar la contaminación atmosférica mediante el establecimiento de redes de vigilancia; y asegurarse de que dichas redes funcionen, se mantengan adecuadamente y se sometan a procedimientos que garanticen la calidad y la fiabilidad de las mediciones de la calidad del aire.

      El primer paso hacia la gestión responsable de la contaminación atmosférica es asegurarse de que las leyes, los reglamentos, las políticas y los mecanismos de cumplimiento necesarios estén establecidos y suficientemente respaldados. Los gobiernos deben asegurarse de que las instituciones correspondientes tengan suficiente capacidad para controlar y evaluar las emisiones de contaminación atmosférica. Esto garantizará que los responsables políticos sepan de dónde proviene su contaminación atmosférica, cuál es la magnitud de las diferentes fuentes de emisiones, los niveles de contaminación atmosférica en diferentes partes de su país, las repercusiones en la salud y qué medidas de gran impacto se pueden tomar para reducir los niveles de contaminación y reducir los daños causados.

      Si la capacidad para llevar a cabo estas actividades es limitada o no se dispone de datos locales, todavía hay recursos disponibles para ayudar a los países a comprender su problema de contaminación atmosférica e identificar las acciones prioritarias que se pueden tomar. Entre ellos se encuentran las fuentes de emisiones, estimadas por programas globales (por ejemplo, Estimaciones de emisiones de EDGAR), o concentraciones y repercusiones en la salud (OMS, IHME, State of Global Air), estimado a partir de satélites y modelos globales con la verificación en tierra de estaciones de vigilancia. Estos conjuntos de datos tienen sus limitaciones e imprecisiones y deben utilizarse en los casos en que no se disponga de datos locales o cuando la capacidad de seguimiento sea limitada.

      Es importante que los gobiernos entiendan los beneficios y costes asociados a las acciones o intervenciones alternativas para mejorar la calidad del aire; y priorizar acciones. La mayoría de las medidas de reducción de la contaminación atmosférica tienen beneficios sociales y de salud que superan con creces los costes de implementación.

      El fortalecimiento de las instituciones y la gobernanza, la promoción del cambio de comportamiento, la inculcación de una cultura en favor del aire limpio, el aumento de la capacidad de todos los sectores para participar y contribuir de manera efectiva a las soluciones, la voluntad política y el aumento de la financiación también son elementos clave de éxito.

      Para obtener más información, consulte los siguientes enlaces:

      1. Informe global «Acciones sobre la calidad del aire» (PNUMA)
      2. Informe: «LMIC Urban Air Pollution Solutions» (USAID)
      3. Informe: La cuestión de las obligaciones de derechos humanos relacionadas con el disfrute de un medio ambiente sin riesgos, limpio, saludable y sostenible (ONU)
      4. Air Pollution Guide London: Overview (London Air)
      5. Exploración de datos: Contaminación atmosférica y salud (State of Global Air)
      6. Regulación de la calidad del aire: Primera evaluación global de legislación sobre la contaminación del aire (PNUMA)
      7. Planes Nacionales de Aplicación del Convenio de Estocolmo

      14. ¿Por qué es fundamental la cooperación regional para gestionar la contaminación atmosférica?

      Dado que algunos contaminantes atmosféricos viajan largas distancias y cruzan fronteras, es importante un enfoque multinacional/regional para gestionar la contaminación atmosférica transfronteriza. La cooperación internacional facilita el intercambio de experiencias y buenas prácticas, y eleva el perfil y los recursos necesarios para abordar la crisis de contaminación atmosférica a una escala acorde con la magnitud del problema.

      Un buen ejemplo de los logros positivos de un enfoque multinacional e intergubernamental de reducción de la contaminación atmosférica es el Convenio de la CEPE/ONU sobre la contaminación atmosférica transfronteriza a gran distancia, que fue el primer enfoque coordinado entre países para abordar sus problemas comunes y compartidos de contaminación atmosférica. La cooperación científica también se ha iniciado en Asia, y la Red de Vigilancia de la Deposición Ácida en Asia Oriental (EANET) ha estado desarrollando la capacidad y la cooperación en la vigilancia en Asia Oriental y Sudoriental. La Alianza de Asia y el Pacífico por un Aire Limpio ha estado fomentando el intercambio de soluciones para abordar la contaminación atmosférica en la región. La Acuerdo de la Asociación de Naciones de Asia Sudoriental (ASEAN) sobre contaminación transfronteriza por bruma seca ha sido desarrollado para limitar la contaminación atmosférica derivada de los incendios forestales en Asia Sudoriental. Los Ministerios de Medio Ambiente de la región de América Latina y el Caribe adoptaron un Plan de Acción Regional sobre la Calidad del Aire en 2014 y actualizado en 2022 que apoya los esfuerzos de los países para implementar redes de vigilancia de la calidad del aire de bajo coste, así como políticas y estrategias para controlar la contaminación atmosférica, reconociendo las sinergias con la agenda de conservación de energía y cambio climático.

      Otro ejemplo es el plan mundial de vigilancia de los contaminantes orgánicos persistentes. Se trata de un componente importante de la evaluación de la eficacia del Convenio de Estocolmo y proporciona un marco organizativo armonizado para la recopilación de datos de seguimiento comparables sobre la presencia de los COP en todas las regiones, a fin de identificar cambios en sus concentraciones a lo largo del tiempo, así como sobre transporte ambiental regional y mundial. Los resultados de la vigilancia respaldan la toma de decisiones informada de las Partes del Convenio de Estocolmo para identificar, caracterizar, cuantificar y priorizar fuentes de liberaciones de COP no intencionales, y desarrollar estrategias con medidas, plazos y objetivos concretos para minimizar o eliminar estas liberaciones.

      El desarrollo de acuerdos regionales para abordar el problema compartido de la contaminación atmosférica transfronteriza

      Durante los años 60, los científicos descubrieron que los depósitos de contaminantes atmosféricos, a menudo emitidos a miles de kilómetros de distancia, estaban causando la "lluvia ácida" que estaba afectando a los bosques, provocando la acidificación y la consiguiente pérdida de peces en los lagos y poniendo en riesgo ecosistemas enteros en partes del Hemisferio Norte, particularmente en Escandinavia, Canadá y Escocia.

      Dos conferencias históricas en los años 70, la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Humano y la Conferencia de Helsinki sobre Seguridad y Cooperación en Europa, allanaron el camino para las negociaciones sobre un acuerdo intergubernamental para reducir la contaminación atmosférica.

      En 1979, 32 países firmaron el Convenio de la CEPE/ONU sobre la contaminación atmosférica transfronteriza a gran distancia, el primer tratado internacional que aborda la contaminación atmosférica a nivel regional. El Convenio, que entró en vigor en 1983, estableció los principios generales de la cooperación internacional para la reducción de la contaminación atmosférica y estableció un marco institucional que ha unido la ciencia y la política.

      Con 40 años de experiencia, 51 participantes en el Hemisferio Norte y 8 protocolos vigentes hoy en día, los resultados del trabajo realizado hasta el momento en virtud del Convenio han sido significativos. El Convenio es único en el sentido de que proporciona un acuerdo internacional legalmente vinculante que establece objetivos de reducción de emisiones para varios contaminantes. Proporciona una plataforma para que los países discutan sobre políticas e intercambien las mejores prácticas. El Convenio cuenta con una sólida interfaz ciencia-política, un mecanismo de cumplimiento y un programa de apoyo al desarrollo de capacidades.

      Con el fin de compartir las lecciones aprendidas y los éxitos del Convenio y de facilitar el aprendizaje mutuo, el Convenio ha creado recientemente el Foro de Cooperación Internacional en Contaminación Atmosférica (FICAP, por sus siglas en inglés), que proporcionará un medio para que todos los países y regiones del mundo cooperen y colaboren en la reducción de las repercusiones de la contaminación atmosférica en la salud y la naturaleza.

      Para obtener más información, consulte los siguientes enlaces:

      1. Convenio sobre Contaminación Atmosférica Transfronteriza a Gran Distancia (CEPE/ONU)
      2. Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Humano (ONU)

      15. ¿Cuál es el papel de la vigilancia de la calidad del aire en la gestión de la calidad del aire?

      Los países se enfrentan a varios retos a la hora de abordar el problema de la calidad del aire. El coste de los equipos de vigilancia certificados, así como su calibración y mantenimiento regulares, pueden ser una pesada carga para muchas autoridades locales y gobiernos nacionales. Es importante señalar que el coste de la supervisión de la calidad del aire es mucho menor que el coste de la reducción de la contaminación atmosférica, siendo el primero una inversión pública y el segundo una inversión privada. Por lo tanto, tiene sentido que los gobiernos nacionales y las ciudades de los países en desarrollo prioricen e inviertan en el establecimiento, funcionamiento y mantenimiento de redes de vigilancia de la calidad del aire a nivel del suelo para generar datos fiables sobre la calidad del aire.

      Muchos países no tienen redes de vigilancia administradas por el gobierno que utilicen equipos reglamentarios. En países con recursos limitados, las estaciones de vigilancia suelen estar situadas únicamente en la ciudad más grande y poblada. Muchas ciudades de los países en desarrollo solo pueden permitirse el lujo de tener una única estación de vigilancia, o unas pocas como máximo. Y eso es algo que debe solucionarse.

      Para obtener más información, consulte los siguientes enlaces:

      1. Vigilancia de la calidad del aire (PNUMA)
      2. Mejoras de la calidad el aire de Beijing como modelo para otras ciudades (CCAC)
      3. Programa Europeo para la Vigilancia y la Evaluación (EMEP)

      16. ¿Qué medidas pueden adoptar las empresas y la industria para reducir la contaminación atmosférica?

      Las empresas y la industria tienen un papel clave que desempeñar en la reducción de la contaminación atmosférica, ya que muchas de sus actividades son fuentes de diferentes tipos de contaminantes atmosféricos. El sector privado puede contribuir a la reducción de la contaminación atmosférica a través de sus diversas operaciones y cadenas de suministro en diferentes sectores. Las fuentes de contaminación del sector privado van desde la quema de combustibles hasta los vehículos de distribución y reparto. Dado que la contaminación atmosférica también contribuye al cambio climático, las empresas que se comprometan a reducir sus emisiones de contaminación atmosférica pueden reducir simultáneamente su huella de carbono. Esta doble victoria, la de reducir la contaminación atmosférica y su huella de carbono, puede ser y ha sido el motor de soluciones innovadoras del sector. En el pasado, estas soluciones han sido en su mayoría tecnológicas (por ejemplo, cambiar de una tecnología a otra), pero es posible que algunas partes del sector privado necesiten ir más allá de esas soluciones tecnológicas. El sector privado puede adoptar varias medidas para reducir la contaminación atmosférica:

      • Añadir la calidad del aire a sus actividades de responsabilidad social corporativa y comprometerse a informar y a controlarla regularmente.
      • Identificar, cuantificar y notificar las emisiones de contaminación atmosférica junto con los gases de efecto invernadero coemitidos de instalaciones, procesos de fabricación y cadenas de suministro por separado.
      • Establecer programas que reduzcan la contaminación atmosférica, específicos para cada sector, que incluyan la implementación de las mejores técnicas disponibles y las mejores prácticas ambientales y la adopción de medidas para mejorar la eficiencia energética.
      • Promover campañas de sensibilización para comunicar de manera transparente los niveles de emisiones que generan sus operaciones y explicar qué harán para reducir esas emisiones.

      En el informe '‘Sustainable Bauxite Mining Guidelines’' del Instituto Internacional del Aluminio (IAI) se presenta un ejemplo de cómo puede actuar una gran industria para reducir la contaminación atmosférica, incluyendo la calidad del aire.

      Alianza por un aire limpio del Foro Económico Mundial: la primera iniciativa corporativa mundial que reúne a empresas líderes para luchar contra la contaminación atmosférica.

      Creada en la COP26 por el Foro Económico Mundial, en asociación con Clear Air Fund, los miembros fundadores de la Alianza incluyen: Accenture, Bloomberg, Biogen, Google, GoTo, IKEA, Maersk, Mahindra Group, Siemens y Wipro. Los miembros de la alianza se comprometen a:

      • Establecer huellas de contaminación atmosférica para óxidos de nitrógeno, óxidos de azufre, materia particulada en un plazo de 12 meses
      • Identificar dónde se están emitiendo para rastrear la exposición humana
      • Establecer metas y objetivos ambiciosos para reducir las emisiones contaminantes del aire, con un plan de acción claro
      • Actuar como defensores del aire limpio sensibilizando a los empleados, los clientes y las comunidades sobre la repercusión de la contaminación atmosférica. También les ayudarán a reducir su exposición y los apoyarán para que tomen medidas para reducir la contaminación
      • Utilizar sus activos de forma innovadora para acelerar la implementación de soluciones de aire limpio

      Los miembros de la alianza están poniendo en marcha una guía práctica para empresas sobre cómo cuantificar las emisiones de contaminantes atmosféricos en las cadenas de valor. El Instituto del Medio Ambiente de Estocolmo y la Coalición Clima y Aire Limpio, en cooperación con IKEA, están elaborando esta guía.

      Para obtener más información, consulte los siguientes enlaces:

      1. 5 medidas que pueden tomar las empresas para proteger la calidad del aire después de la COVID-19 (Foro Económico Mundial)
      2. Lucha contra la contaminación atmosférica: el papel del sector privado (EDF)

      17. ¿Qué puedo hacer para mejorar la calidad del aire en mi comunidad?

      La mayoría de las fuentes de contaminación atmosférica son estructurales y están integradas en los procesos económicos que sustentan la sociedad moderna. Incluso en países y comunidades con sólidas políticas sobre contaminación atmosférica, es posible que las personas no siempre tengan acceso a tecnologías o, por ejemplo, a opciones de transporte para influir significativamente en la contaminación atmosférica por su cuenta. Requerirá un esfuerzo colectivo.

      Lo más importante que la gente puede hacer es informarse sobre los niveles de contaminación atmosférica en los lugares donde viven y cómo les afectan, y presionar a los políticos, líderes y responsables políticos para que reduzcan la contaminación atmosférica en su ciudad/región/país.

      Algunas de las cosas que las personas pueden hacer para reducir su contribución personal a la contaminación atmosférica son:

      • elegir modos de transporte limpios cuando estén disponibles (por ejemplo, transporte público, bicicleta o desplazamientos a pie en lugar de automóviles o motocicletas privados);
      • si está pensando en comprar un coche, haga seguimiento a su consumo de combustible, emisiones de dióxido de nitrógeno y compruebe las emisiones en condiciones reales de conducción para ese modelo. Comprar un vehículo híbrido o eléctrico o vehículos de menor cilindrada también ayudará a reducir sus emisiones;
      • usar combustibles limpios (con contenido de azufre bajo y extremadamente bajo) junto con las tecnologías avanzadas de control de emisiones de vehículos identificadas anteriormente
      • si tiene un automóvil, asegúrese de que se revise regularmente para minimizar su contribución a la contaminación atmosférica;
      • use combustibles y tecnologías limpias para cocinar, iluminar y calentar;
      • utilice fuentes de energía renovables siempre que sea posible;
      • deje de quemar los residuos domésticos y agrícolas;
      • abandone el uso de chimeneas y estufas de leña;
      • controle su demanda y desperdicio de energía en el hogar e instale electrodomésticos eficientes y bombillas de bajo consumo, aislamiento y ventanas a prueba de corrientes de aire;
      • apoye políticas, incentivos económicos y regulaciones que aumenten el acceso a las acciones/opciones anteriores.

      Para obtener más información, consulte los siguientes enlaces:

      1. ¿Cómo puedo protegerme de la contaminación atmosférica? (British Lung Foundation)
      2. Medidas que puede adoptar para reducir la contaminación atmosférica (EPA de EE. UU.)
      3. 10 maneras de luchar contra la contaminación atmosférica (OMS)
      4. Informe: «Breathing Cleaner Air – Ten Scalable Solutions for Indian Cities»

      18. ¿Cómo se relacionan la contaminación atmosférica y el cambio climático?

      La contaminación atmosférica y el cambio climático están intrínsecamente vinculados. Todos los principales contaminantes atmosféricos tienen un impacto en el clima y la mayoría comparte fuentes comunes con los gases de efecto invernadero (GEI), especialmente relacionados con la combustión de combustibles fósiles. También se agravan entre sí de múltiples maneras. Por ejemplo, los GEI como el metano contribuyen a la formación de ozono troposférico, y los niveles de ozono troposférico aumentan con el aumento de las temperaturas. El aumento de las temperaturas aumenta la frecuencia de los incendios forestales, lo que a su vez eleva aún más los niveles de contaminación atmosférica por partículas.

      Un grupo de contaminantes llamado 'contaminantes climáticos de vida corta' (CCVC), que incluyen el carbono negro, el ozono, el metano y los hidrofluorocarburos (HFC), son contaminantes climáticos muy potentes y, en el caso del ozono y el carbono negro, peligrosos contaminantes atmosféricos. Por ejemplo, las medidas de reducción de carbono negro afectan al cambio climático regional y reducen la tasa de calentamiento global a corto plazo. También reducen significativamente las emisiones que dan lugar a MP2,5, con el consiguiente beneficio para la salud humana.

      El metano es un potente gas de efecto invernadero que forma ozono en la atmósfera. Reducir el metano es una de las estrategias más rentables para reducir rápidamente la tasa de calentamiento y, al mismo tiempo, proteger la salud humana y el rendimiento de los cultivos. Por lo tanto, acciones integrales, como las que se dirigen a los CCVC, pueden proporcionar escenarios de triple ganancia al lograr múltiples beneficios reales para la salud humana, la agricultura y el clima.

      Los vínculos entre la contaminación atmosférica y el cambio climático ofrecen la oportunidad de amplificar los beneficios de nuestras acciones y catalizar una aspiración de mitigación aún mayor. Al mismo tiempo, no todas las estrategias de reducción de la contaminación atmosférica son beneficiosas para el clima y viceversa. Por lo tanto, las estrategias beneficiosas para reducir rápidamente el calentamiento deben integrar acciones para reducir todos los contaminantes atmosféricos y los gases de efecto invernadero que contribuyen a los efectos climáticos a corto y largo plazo. Esto colocará al mundo en una trayectoria que maximice los beneficios, reduzca el riesgo de fracaso de las políticas y cumpla con las prioridades nacionales de desarrollo.

       

      El metano es una clara opción de beneficios múltiples para la calidad del aire y para el clima

      El informe de la Sexta Evaluación del IPCC identificó el metano como una opción clara para lograr una sustancial reducción del calentamiento a corto y largo plazo y, al mismo tiempo, lograr beneficios en cuanto a la calidad del aire al reducir las concentraciones de ozono troposférico. El metano es un gas de efecto invernadero extremadamente poderoso, responsable de aproximadamente el 30% del calentamiento desde la época preindustrial. A diferencia del CO2, que permanece en la atmósfera durante cientos de años, el metano comienza a descomponerse rápidamente y la mayor parte desaparece después de una década. Esto significa que reducir las emisiones de metano ahora puede reducir rápidamente la tasa de calentamiento a corto plazo. Dado que el metano es un ingrediente clave en la formación de ozono troposférico (bruma industrial), un poderoso contaminante climático y un peligroso contaminante atmosférico, una reducción del 45% evitaría 260.000 muertes prematuras, 775.000 visitas al hospital relacionadas con el asma, 73.000 millones de horas de mano de obra perdida por calor extremo y 25 millones de toneladas de pérdidas de cultivos al año.

       

      Para obtener más información, consulte los siguientes enlaces:

      1. Evaluación global del metano: Resumen para los responsables de la toma de decisiones

       

      Para obtener más información, consulte los siguientes enlaces:

      1. IPCC, Preguntas frecuentes 6.2: ¿Cuál es la relación entre limitar el cambio climático y mejorar la calidad del aire?
      2. ¿Qué son los contaminantes climáticos de vida corta? (CCAC)
      3. Información general sobre la contaminación atmosférica y su impacto (OMS)
      4. Compendio de orientaciones de la OMS y demás organismos de las Naciones Unidas sobre la relación entre medio ambiente y salud

      19. ¿Cuál es la relación entre la contaminación atmosférica y el desarrollo sostenible?

      La contaminación atmosférica es una amenaza para el desarrollo sostenible, ya que afecta simultáneamente a varios criterios sociales, medioambientales y económicos vinculados al desarrollo humano equitativo, como la buena salud, la seguridad alimentaria, la igualdad de género, la estabilidad climática y la reducción de la pobreza.

      Los avances en varios ODS están relacionados con la calidad del aire, como ODS meta 3.9 (buena salud y bienestar), ODS meta 7.1.2 sobre el acceso a energía limpia para cocinar, ODS meta 11.6.2 sobre la calidad del aire en las ciudades, ODS meta 11.2 sobre el acceso al transporte sostenible y ODS 13 (acción por el clima).

      La contaminación atmosférica también afecta a la justicia social y la desigualdad global. De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), el 97% de las ciudades en países de renta baja y media con más de 100.000 habitantes no cumplen las directrices sobre la calidad del aire. Ese porcentaje cae hasta el 49% en los países de altos ingresos.

      Para obtener más información, consulte los siguientes enlaces:

      1. Información general sobre la contaminación atmosférica y su impacto (OMS)
      2. Contaminantes climáticos de vida corta y su impacto en la salud, el clima y la agricultura (CCAC)
      3. Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU (ODS)

      21. ¿Es el aire limpio un derecho humano?

      En al menos 155 países, disfrutar de un ambiente saludable está reconocido como un derecho constitucional. Las obligaciones relacionadas con el aire limpio están implícitas en una serie de instrumentos internacionales de derechos humanos, incluida la Declaración Universal de Derechos Humanos y el Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales.

      En 2019, durante el 40° período de sesiones del Consejo de Derechos Humanos, el derecho a respirar aire limpio fue destacado en un informe del Relator Especial para los Derechos Humanos y el Medio Ambiente. El informe destaca las siete medidas que los Estados deben aplicar para que el derecho a respirar aire limpio sea una realidad.

      En octubre de 2021, en el 48° período de sesiones del Consejo de Derechos Humanos, se adoptó una resolución histórica que reconoció, por primera vez, que disfrutar de un entorno limpio, saludable y sostenible es un derecho humano.

      Para obtener más información, consulte los siguientes enlaces:

      1. El Consejo de Derechos Humanos establece un diálogo interactivo sobre el medio ambiente y el derecho a una vivienda digna (Consejo de Derechos Humanos de la ONU)
      2. El medio ambiente sano es un derecho humano (PNUMA)
      3. El derecho humano a respirar un aire limpio - Relator Especial de la ONU
      4. Informe del 40° período de sesiones del Consejo de Derechos Humanos: La cuestión de las obligaciones de derechos humanos relacionadas con el disfrute de un medio ambiente sin riesgos, limpio, saludable y sostenible (A/HRC/40/55)
      5. Una resolución histórica de la ONU confirma que el medio ambiente saludable es un derecho humano

      22. ¿Cómo contribuyen los incendios forestales a la contaminación atmosférica?

      El humo de los incendios forestales, así como de otros incendios utilizados para la limpieza de terrenos y la agricultura, son un importante contribuyente a la contaminación atmosférica, representando aproximadamente al 4% de las MP2,5 mundiales, pero responsables del 10 al 60 % en muchos países del mundo. Los eventos extremos de humo de incendios pueden dar lugar a niveles muy altos de contaminación atmosférica durante períodos de 1 a 2 semanas, que suelen ser los niveles más altos alcanzados en todo el año en las localidades afectadas. Ejemplos destacados son los incendios forestales australianos, la limpieza de tierras y los incendios en suelos de turba en Indonesia, así como los incendios forestales en Canadá, Rusia y el oeste de los EE. UU. Los incendios forestales de Australia de 2019 y 2020 quemaron más de 12 millones de hectáreas de tierra, expusieron a más de 10 millones de personas a niveles peligrosos de MP2,5, provocaron la pérdida directa de 34 vidas, la destrucción de 3.500 casas y una importante pérdida de vida silvestre y de sus hábitats. El humo de los incendios forestales conduce claramente a un empeoramiento de las patologías respiratorias previas como el asma y la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), con pruebas emergentes de las repercusiones en enfermedades cardiovasculares, mayores complicaciones para las personas con diabetes tipo 2, así como vínculos entre la exposición en el útero y los bebés con bajo peso al nacer. Todavía no se sabe si los episodios discretos de humo que se experimentan año tras año tienen repercusiones acumulativas, aunque la evidencia de la contaminación atmosférica en general indica que esto también es probable. Desde la perspectiva de las repercusiones globales con respecto a la población, un análisis realizado en 2012 estimó que el humo de los incendios en el campo fue la causa de aproximadamente el 10% de las muertes anuales estimadas atribuibles a la contaminación atmosférica por materia particulada.

      Dado que los eventos de humo de incendios forestales aumentarán con un clima más cálido y dado que estos son esencialmente más difíciles de controlar en el origen en comparación con otras fuentes comunes de contaminación atmosférica, existe la necesidad de estrategias de adaptación. Las comunidades en áreas propensas a los incendios forestales deben planificar refugios de aire limpio, mientras que las personas, especialmente las más susceptibles, pueden usar un filtro HEPA portátil de aire para reducir la exposición y garantizar que tengan suficientes medicamentos para una temporada prolongada de incendios forestales.

      Para obtener más información, consulte los siguientes enlaces:

      1. Guías de salud para incendios de vegetación - Documento de orientación, OMS
      2. El humo de los incendios: Una guía para los profesionales sanitarios
      3. «Critical Review of Health Impacts of Wildfire Smoke Exposure»
      4. «Source sector and fuel contributions to ambient PM2,5 and attributable mortality across multiple spatial scales»
      5. Vídeo de la OMM: «Biomass burning animations 2019»
      6. Sistema de evaluación y valoración de alertas por contaminación por humo e incendios de vegetación de la OMM (VFSP-WAS)
      7. «OMM Aerosoles procedentes de la quema de biomasa»